Las normas básicas de higiene personal en tu cocina para evitar todo tipo de contaminación alimentaria: manos, nariz, boca, oídos, pelo y objetos personales
Sin duda quieres guardar la seguridad alimentaria en tu hogar. ¿Qué es lo primero que tienes que tienes que tener en cuenta? Sin duda, la higiene personal al manipular los alimentos.
Hay normas básicas, buenas prácticas, que todos deberíamos cumplir en nuestra cocina. Empieza por lavarte con frecuencia las manos. Pero no basta con eso. Aquí te damos las claves que van desde el aseo personal o acciones para evitar cualquier tipo de contaminación alimentaria.
A este tipo de hábitos higiénicos en la preparación de alimentos en casa se le deben sumar tareas como la limpieza de las superficies de la cocina y el refrigerador. O el adecuado lavado de los alimentos (frutas, vegetales u hortalizas). Asegúrate siempre de mantener la inocuidad alimentaria.
Sigue leyendo el artículo y aplícalo en tu casa. Es tan fácil que sólo depende de ti.
La producción, envasado, preparación, son procesos donde se tiene contacto directa o indirectamente con los alimentos; de manera que cada acción que hagamos con nuestro cuerpo (manos, boca, cabello) pone en riesgo la sanidad de cada producto/plato.
En ese sentido, la falta de higiene personal como no bañarse, tener uñas desaseadas, no lavarse las manos, llevar el cabello sucio y tocarlo cada rato, puede ocasionar la contaminación alimentaria.
Muchas veces damos por sentado las buenas prácticas en torno a la manipulación de alimentos en casa. Nos olvidamos que incluso preparando una simple sopa para nuestra familia, podemos faltar a alguna norma y se produce una toxiinfección.
¡Cuidado! Tanto en una empresa como en el hogar debes conocer la normativa de manipulación y conservación, así como hacer caso de las recomendaciones en higiene alimentaria.
Las normas básicas de higiene personal indican que el lavado de manos debe ser frecuente: al iniciar y terminar la manipulación, después de tratar con alimentos crudos, antes de manejar aquellos cocinados, luego de ir al baño o tocar objetos sucios/desechos/ basura.
No se requiere ser profesional para saber cómo lavarse las manos, ¡es muy fácil!
Recuerda que por estar en contacto con todo lo que nos rodea, nuestras manos pueden contener bacterias o microorganismos que ponen en riesgo la higiene y salud.
No sólo las manos son agentes de contaminación alimentaria sino también las mucosas que representan un riesgo cuando no mantenemos una adecuada higiene personal.
Ducharse, lavarse los dientes o el cabello, usar ropa limpia, son medidas que debemos tomar en cuenta, que no cuestan nada para salvaguardar la salud.
Al cocinar pueden ocurrir accidentes que nos dejen cortes o heridas, que inmediatamente se deben limpiar, desinfectar y tapar con apósitos adecuados.
Después, es recomendable el uso de guantes para evitar que el vendaje o apósito caiga sobre los alimentos.
Recuerda que aunque lleves guantes, debes lavarte las manos frecuentemente. Hacemos esta salvedad ya que su uso puede generar una confianza errónea de higiene.
El uso de gorro es uno de los hábitos higiénicos que se debe seguir en la cocina. Este cubre el cabello de manera que evita que caiga sobre los alimentos, superficies o envases.
Como explicamos antes, el cabello puede contener microorganismos contaminantes que al tocarlo pasarían a la comida; pero al usar el gorro o cofia evitamos el contacto.
El uso de joyas, anillos, colgantes o relojes durante la manipulación, es parte de las malas prácticas higiénicas. Al caer sin darnos cuenta pueden originar una contaminación de tipo física; es decir, cuando se da la presencia de objetos extraños en los alimentos; o también pueden ocasionar accidentes laborales al quedarse enganchados.
Una de las principales fuentes de contaminación es el ser humano; es decir, el manipulador de alimentos que por su insuficiente higiene personal, malas prácticas o caso omiso a las reglas generales, es incapaz de garantizar la inocuidad alimentaria.
El alimento está expuesto en las manos de esta persona, desde el momento de su obtención/fabricación hasta que se encuentra en la mesa de cada hogar.
Si bien es cierto que a nivel industrial se deben cumplir obligatoriamente rigurosos sistemas de control; también es necesario que durante la preparación de alimentos en casa, aunque sin supervisiones, se sigan las normas de higiene/ almacenamiento/ cocción / refrigeración.
Incluso, el proceso de cocinar empieza desde la compra del producto, cuando debes verificar que el envase esté en buenas condiciones sin abolladuras, que no haya moho, que tenga buen color, que el paquete no esté roto, que en la etiqueta constates la fecha de caducidad.
Existen otras tareas en la cocina que puedes llevar a cabo sin problema: